Trucos para los que no tienen ni idea de cocinar

Supongamos que no tienes ni idea de cocinar pero por aquellos avatares de la vida en estas fechas te ves obligado a recibir invitados y darles de comer, ¿qué haces? Algún cocinero amargado dijo que la creatividad de su cocina se resumía en cocidos, fritos y rebozados. Sin llegar a un nivel de pesimismo tan alarmante, aquí os listamos algunos trucos con los que siempre vas a salir airoso aún sin haber frito un huevo en vuestra vida.

CREMAS :

Cualquier crema que se precie debe tener sabor y cuerpo. Además, debe llevar algún producto lácteo para darle esa dulzor tan característica.  Se puede hacer crema casi de cualquier ingrediente. Los pasos que se deben seguir son :

1. Hacer un sofrito con cebolla y tomate, tal vez con un poco de ajo.
2. Añadir caldo o agua y al hervir añadir el ingrediente principal que da nombre a la crema, ya sea puerro, tomate, zanahoria, calabaza, pollo, gambas etc.
3. Si el ingrediente principal que añadimos es muy rico en agua dará una crema poco espesa (por ejemplo, el calabacín). En este caso añadimos patata que con su fécula nos ayudará a dar más cuerpo a la crema.
4. Finalmente, y ya con el fuego apagado, incorporamos leche entera o mejor nata para cocinar que dará el toque final. Nunca se añade la nata con el caldo en ebullición pues se podría cortar. 
5. Pasamos por la trituradora, rectificamos de sal y lista para servir.

SOPAS :

Lo dicho con las cremas : una sopa se puede hacer casi de cualquier ingrediente. La sopa, a diferencia del caldo, se hace a partir de un líquido en ebullición y no requiere que sea tan espesa como una crema. 

1. Lo mismo, hacemos un sofrito con cebolla y tomate, incluyendo ajo si queremos. El tomate no es imprescindible pero nos va a dar color. Si por aquellas circunstancias de la vida os habéis olvidado de incluirlo en el sofrito y luego la sopa queda como agua donde flotan ingredientes, con disolver una cucharadita de concentrado de tomate va que arde.
2. Incorporamos agua a la cazuela y dejamos que hierva.
3. Introducimos los ingredientes y dejamos que se hagan. Si se trata de verdura, será pocos minutos, si se trata de carne, algo más de tiempo.
4. Para espesar ligeramente un sopa se puede emplear patata (rallar una patata aumenta la densidad), incluir una cucharada de pasta  o una cucharadita de arroz por comensal, esto último sobretodo en el caso de los pescados.
5. Rectificar de sal y pimienta y servir.
6. Si la sopa obtenida no es muy gustosa - digamos porque habéis tratado de hacer sopa de una bota - tened siempre a mano cubitos de caldo o concentrado de carne que podéis diluir en el último momento y así hacer comestible lo que de salida no lo era.

ASADOS :

Sea pollo, sea pavo, sea lomo de cerdo, sea solomillo de cerdo, sea lo que sea el truco más simple consiste en untarlo bien de grasa - mantequilla, manteca de cerdo - , salpimentarlo y colocarlo en una bandeja que pueda ir al horno en cuyo fondo haya una cama de zanahorias y cebollas cortadas en juliana, incluyendo un diente de ajo. Se vierten un vaso de vino - tinto o blanco - , otro de caldo o agua y hornear siempre a unos prudentes 180 grados. El color dorado os dará la indicación de cuándo está listo. Luego se recoge el líquido, se tritura y se espesa con harina de trigo, sirviéndolo por encima de cada ración.
Para los asados de pescados no se emplea otra grasa que la mantequilla y la temperatura de cocción es más baja. También se hace la cama de zanahorias y cebollas pero es más para darle sabor, ya que no haremos ninguna salsa con ella (el pescado, a no ser que sea muy graso, prácticamente sólo saca agua).

GUARNICIONES :

Tened siempre como mínimo a mano patatas para hacer guarniciones de vuestros asados o de lo que sea. Mejor patatas pequeñas o de piel fina, o si son grandes las partís pero quedan menos "elegantes": Si las vais a utilizar para acompañar un asado, aprovechad la cocción del asado para meter las patatas en la misma bandeja donde se hace la carne o el pescado. Si las queréis asar para acompañar otro tipo de comida, simplemente las abrís por la mitad, las salpimentáis, las untáis de mantequilla y las asáis durante media hora o hasta que la piel se muestre dorada y al pinchar la patata se note bien tierna.
Otras guarniciones que se pueden asar bien son las alcachofas, los puerros, las cebollas y los espárragos verdes.

PASTA :

Supongamos que al menos sabéis cocer pasta para que quede al dente. Para aderezarla, una vez cocida, se puede pasar por una sartén donde hayamos desecho mantequilla, salpimentándola y espolvoreándola con perejil picado. Si queréis hacer una salsa más contundente de queso, podéis poner a hervir leche, añadir queso rallado hasta que espese y salpimentarla.Si os va más el tomate, lo mejor es hacer un buen sofrito de cebolla - con mucha cebolla bien picada -, un diente de ajo y añadir tomate triturado dejando hacer hasta que se evapora gran parte del agua.

POSTRES :

A través de los postres es fácil detectar quién es hábil y quien es torpe en la cocina. Mi consejo es no complicarse la vida, y menos si no te gusta cocinar. Lo mejor montar postres donde mezcles productos ya hechos con cierta fantasía. Por ejemplo, compramos un panettone y lo bañamos en una mezcla de leche y huevo con un poco de canela. Luego lo pasamos por la sartén con un poco de mantequilla y ya tenemos una especie de torrija-tostada francesa-tostada vasca. ¿Y la fantasía? Simplemente le soltamos un chorro de nata a presión y queda un postre la mar de apañado. Otra solución es hornear manzanas con el corazón quitado y una nuez de mantequilla dentro, o freír plátanos en una sartén con mantequilla y luego espolvorearlos con azúcar glass, o comprar natillas "en sobre" y bañar rodajas de piña y cubrir con caramelo líquido...infinitas posibilidades donde la imaginación entra en juego sin tener ni que aprender a cocinar en dos días ni gastar demasiado dinero.