Tomatokeftedes (albóndigas griegas de tomate)

Keftedes es el nombre que toman las albóndigas griegas y por tanto tomatokeftedes significa albóndigas o hamburguesas realizadas con tomate. Son típicas de la isla de Santorini. Santorini es una isla famosa por haber acontecido en ella, alrededor del 1600 antes de Cristo la mayor explosión de origen volcánico que se recuerda del periodo histórico. Tal fue la brutalidad de la misma que el tsunami que se generó arrasó la cercana isla de Creta y con ella la civilización minoica.
La isla - lo que queda de ella - es obviamente rica en substratos volcánicos que, tal y como ocurre en las  Canarias, produce hortalizas de alta calidad, entre otras el tomate.
Los tomatokeftedes combinan tomates, cebolla y queso feta sin contener carne ni huevo. Se suelen tomar en los mezze, colección de diversos apertitivos que al modo de la tapas españolas pueden constituir una comida completa. La forma habitual de comer los tomatokeftedes es mojándolos en una salsa tsatsiki o bien directamente en yogur griego.

INGREDIENTES :

4 tomates rojos maduros, a ser posible grandes
100 gramos de queso feta
1 cebolla morada grande
1 cucharada de perejil picado
1 cucharadita de orégano picado
1 cucharadita de menta picada
50 gramos de harina blanca (alrededor de medio vaso)
1 cucharada de levadura química
Sal
Pimienta negra molida
Aceite virgen extra de oliva

En primer lugar vamos a pelar los tomates y quitarles las semillas. Cortamos la pulpa restante en cubos pequeños y los salamos, dejándolos en un colador o escurridor al menos durante media hora. De esta manera con la sal perderán parte del agua y la mezcla que haremos a posteriori no quedará líquida.
Rallamos la cebolla y la mezclamos con los tomates. Añadimos la hierbas aromáticas y el queso feta desmenuzado. Con la manos hacemos una primera masa.
En un bol separado mezclamos la harina con la levadura. Cuando está bien mezclada la llevamos al bol de los tomates, cebolla y queso feta y amasamos de nuevo, salpimentando. Cuando la masa queda suficientemente firme hacemos unas bolas ligeramente aplastadas. Si no nos queda muy firme podemos añadir un poco más de harina.
En una sartén honda añadimos un par de dedos de aceite y cuando esté bien caliente freímos los keftedes hasta que quedan dorados. Los depositamos en un papel absorbente y listos para comer.

¡Seguro que es una receta que hacéis más de una vez!